Las almendras garrapiñadas son un dulce tradicional muy popular en varios países, especialmente durante las festividades y en ferias. Este delicioso manjar consiste en almendras tostadas recubiertas con una capa crujiente de caramelo, logrando un balance perfecto entre el sabor intenso de la almendra y la dulzura del azúcar caramelizado. Su preparación, aunque requiere paciencia y atención al detalle, es relativamente sencilla y se puede realizar con pocos ingredientes en la comodidad de tu hogar.
200 gramos de almendras crudas (sin sal y con piel)
200 gramos de azúcar blanca
100 ml de agua
1 cucharadita de esencia de vainilla (opcional)
Una pizca de sal (opcional)
PREPARACIÓN:
En una sartén grande y de fondo grueso, mezcla el agua y el azúcar. Lleva esta mezcla a fuego medio, revolviendo ocasionalmente hasta que el azúcar se disuelva completamente.
Añadir las almendras: Una vez que el azúcar se haya disuelto, agrega las almendras y la esencia de vainilla a la sartén. Revuelve constantemente para asegurarte de que las almendras estén bien impregnadas con la mezcla de azúcar y agua.
Caramelizar: Continúa cocinando la mezcla a fuego medio, revolviendo con frecuencia. Verás que el azúcar comienza a secarse y a cristalizarse alrededor de las almendras. No te preocupes si parece que el azúcar se está secando demasiado; es parte del proceso.
El momento clave: Cuando el azúcar se haya secado y tenga un aspecto arenoso, sigue revolviendo. Poco a poco, el azúcar empezará a derretirse nuevamente y a caramelizarse. Este es el momento crítico en el que debes prestar mucha atención para evitar que se quemen. Las almendras deben quedar completamente cubiertas por una capa uniforme de caramelo dorado.
Enfriar: Una vez que las almendras estén garrapiñadas con el caramelo dorado, retíralas del fuego. Sepáralas rápidamente una de otra y colócalas sobre una superficie plana cubierta con papel pergamino para que no se peguen entre sí mientras se enfrían.
Enfriamiento completo: Deja que las almendras garrapiñadas se enfríen completamente a temperatura ambiente. Este paso es crucial para que el caramelo se endurezca y las almendras adquieran su textura crujiente característica.
Las almendras garrapiñadas son perfectas para disfrutar como un snack dulce, para compartir en reuniones familiares o incluso para regalar en ocasiones especiales. Además, puedes experimentar añadiendo especias como canela o clavo durante el proceso de cocción para darles un toque personalizado. ¡Disfruta de este delicioso y tradicional dulce con tus seres queridos!
Puedes sustituir las almendras por avellanas o cacahuetes. Se conserva bien en una caja metálica hermética.
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