Las natillas son un postre clásico y reconfortante que destaca por su suavidad y cremosidad. Con una base de yemas de huevo, leche infusionada con canela y limón, y un toque de caramelo, esta receta es perfecta para cualquier ocasión. Su sencillez y tradición la convierten en una opción ideal para quienes disfrutan de sabores caseros y auténticos. Decoradas con una galleta y canela molida, estas natillas no solo deleitan el paladar, sino que también ofrecen una experiencia nostálgica que evoca los postres de la abuela.
Azúcar al gusto
1 rama de canela
1 limón (para la cáscara)
1/2 litro de leche
Harina de maíz (maicena)
Azúcar vainillada
Canela molida
Galletas
Caramelo liquido
PREPARACIÓN:
Infusionar la leche : En una cacerola, calienta la leche junto con la piel del limón (solo la parte amarilla) y la rama de canela. Lleva la mezcla al fuego hasta que comience a hervir. Una vez alcance el punto de ebullición, retira del fuego y deja reposar para que la leche absorba los sabores de la canela y el limón.
Preparar la mezcla de yemas : Mientras la leche se templa, en un bol mezcla las yemas de huevo con el azúcar y la harina de maíz (maicena). Remueve bien hasta que obtengas una mezcla homogénea.
Incorporar la leche : Vierte la leche infusionada poco a poco en la mezcla de yemas, batiendo continuamente para evitar que se formen grumos. Es importante que la leche esté templada para que las yemas no se cocinen antes de tiempo.
Cocinar la natilla : Una vez todo esté bien mezclado, vuelve a verter la mezcla en la cacerola y cocina a fuego lento. Remueve constantemente para evitar que la mezcla se pegue al fondo o forme grumos. Cocina hasta que la natilla espese, sin dejar que hierva.
Montaje y decoración : Cuando la natilla esté lista, vierta la mezcla en recipientes individuales, como cuencos o vasos. Antes de verter la natilla, si quieres, añade un poco de caramelo líquido en el fondo y los lados del recipiente para darle un toque extra de sabor.
Enfriar y servir : Coloca una galleta sobre cada natilla y espolvorea con un poco de canela molida. Deja que se temple a temperatura ambiente y luego refrigera hasta el momento de servir.
Como siempre decimos, ésta es una forma de hacerla, cada casa tiene la suya, la manera de prepararla.