Los almendrados son mucho más que una simple galleta; son un bocado de la historia y el paisaje de Canarias. Con una textura que equilibra perfectamente un exterior ligeramente crujiente y un corazón tierno y aromático, este dulce es el embajador de las zonas altas de las islas, como Tejeda en Gran Canaria o Santiago del Teide en Tenerife.
Su receta, sencilla y humilde, se basa en la calidad de su ingrediente estrella: la almendra. Al no contener harina de trigo, ofrecen un sabor intenso y puro que se realza con el frescor del limón y el toque cálido de la canela. Son el acompañamiento perfecto para un café a media tarde o para cerrar una comida familiar con el auténtico sello del recetario canario.
Prepararlos en casa es viajar por un momento a esos pueblos de piedra y balcones de madera, llenando la cocina de un aroma irresistible y nostálgico.
INGREDIENTES:
500 g de almendra cruda molida (harina de almendra).
400 g de azúcar blanco.
3 huevos grandes (L).
Ralladura de 1 limón grande (solo la parte amarilla).
1 cucharadita de canela en polvo.
Almendras enteras (para decorar cada galleta).
PREPARACIÓN:
Mezcla de secos: En un bol grande, combina la almendra molida con el azúcar y la canela. Asegúrate de que no queden grumos grandes de almendra.
Aromatizar: Añade la ralladura de limón a la mezcla anterior. Este es el secreto del aroma canario, así que no escatimes.
Integrar los huevos: Añade los huevos de uno en uno, mezclando bien con una cuchara de madera o con las manos. Debes obtener una masa compacta, algo pegajosa pero manejable.
Reposo (Opcional pero recomendado): Deja reposar la masa unos 15-20 minutos para que la almendra absorba la humedad y los sabores se asienten.
Formar las galletas: Precalienta el horno a 180°C. Haz pequeñas bolas del tamaño de una nuez y colócalas en una bandeja de horno con papel vegetal, dejando espacio entre ellas.
El toque final: Aplasta ligeramente cada bola con el dedo y coloca una almendra entera en el centro, presionando un poco para que se pegue.
Horneado: Hornea durante unos 12-15 minutos o hasta que veas que los bordes están ligeramente dorados. No las dejes demasiado tiempo o se pondrán duras al enfriar.
Consejos de experto
Textura: Al sacarlas del horno estarán blandas; no te preocupes, endurecen al enfriarse y adquieren su textura característica.
Conservación: Guárdalas en una caja de lata para que se mantengan perfectas durante días.

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