Los “Caballeros pobres” son un postre tradicional canario
que se remonta al siglo XVII, reflejando la creatividad culinaria de la época
con ingredientes sencillos pero llenos de sabor. Este dulce combina la suavidad
del pan remojado en vino y especias con la riqueza de los huevos batidos con
azúcar, creando un contraste delicioso entre texturas y aromas. Su preparación,
sencilla pero elegante, muestra cómo los ingredientes cotidianos podían
transformarse en un manjar apreciado en la gastronomía antigua de Canarias.
INGREDIENTES:
Vino (blanco o tinto, al gusto)
Canela en polvo
Azúcar
Matalahúva (anís en grano)
Huevos
Aceite o manteca para freír
PREPARACIÓN:
Remojar el pan:
Mezcla el vino con canela, matalahúva y un poco de azúcar.
Sumerge las rebanadas de pan en esta preparación, dejando que absorban los
aromas y sabores de las especias y el vino.
Preparar los huevos:
Bate los huevos con azúcar y añade un poco del líquido
sobrante del vino especiado. Esta mezcla aportará una capa cremosa y dulce al
pan frito.
Freír el pan:
Calienta aceite o manteca en una sartén a fuego medio. Fríe
las rebanadas de pan remojadas hasta que estén doradas y crujientes por fuera.
Añadir el huevo:
Una vez doradas, coloca una o dos cucharadas de la mezcla de
huevo sobre cada rebanada mientras aún están en la sartén. Esto añadirá textura
y un sabor más profundo al dulce.
Escurrir y servir:
Retira las rebanadas de la sartén y colócalas sobre papel
absorbente para eliminar el exceso de grasa. Luego, dispón los “Caballeros
pobres” en una bandeja para servir.

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