Arroz
Ajos
Aceite
Agua
Sal
Limón
PREPARACIÓN:
En un caldero echamos un poco de aceite y unos dientes de
ajos pelados y partidos (o enteros, como queráis). Dejamos que se frían un poco
(a unos le gustan más cruditos, a otros más hechos). Cuando ya estén, agregamos
el arroz blanco (1 ó 2 tazas), lo revolvemos hasta que los granos de impregnen
con el aceite, seguidamente 2 tazas de agua
por cada medida de arroz (suele variar según cual sea la marca, hay que
mirar las instrucciones en el paquete), la sal y un chorrito de limón para que
se suelte. Lo dejamos que se cocine a fuego medio, procurando que no se queme. Cuando
ya no tenga casi agua, lo sacamos del fuego, le ponemos un trapo encima, luego
la tapa y dejamos que repose para que se vaya evaporando el agua que queda y se
termine de cocinar el arroz.
Se puede hacer de varias formas, cada uno tiene su truco
particular.
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